UAV Navigation prueba su autopiloto frente a un sistema antidrone
El conocido como MIJI (Meaconing, Intrusion, Jamming and Interference - Intercepción, Intrusión e Interferencia intencionada o no intencionada ) es uno de los asuntos de mayor relevancia en una operación de UAVs. Esto afecta principalmente a la señal GNSS, aunque este tipo de ataque puede producirse en cualquier tipo de radio ayuda. Lo que el cliente debe exigir a cualquier fabricante de soluciones de Guiado, Navegación y Control en relación a este tema es:
● ¿Qué pruebas de EMI/EMC ha superado su sistema?
● ¿Con qué mecanismos de identificación y mitigación cuenta su sistema?
● ¿Cómo afecta la pérdida de uno de los subsistemas a la actuación?
Para dar respuesta a estas preguntas UAV Navigation ha diseñado un sistema robusto desde el punto de vista de hardware y software. La calidad de los componentes así como diseños especiales para mitigar el impacto de señales de alta potencia son las principales medidas que se han adaptado desde el punto de vista de hardware. En este sentido, ha sido también clave el obtener diferentes certificaciones con el fin de garantizar que se alcanzan los niveles exigidos por organismos independientes. Como ejemplo de ello, es que nuestro hardware está certificado por las MIL-STD-810F y las MIL-STD-461F.
Desde un punto de vista de software, UAV Navigation ha probado su resistencia a ataques debido a dos razones principales: la no dependencia de los bucles críticos del sistema en el GNSS, lo que permite continuar la misión incluso sin poder emplear el GNSS y, por otro lado, las múltiples lógicas de supervisión cruzadas y el Interface Control Document (ICD) que incorpora nuestro sistema, propiedad de UAV Navigation, que permite prevenir, analizar y detectar cualquier tipo de interferencia o falla en el sistema.
Para conseguir esto, es necesario disponer de sensores de gran calidad (observadores independientes) a bordo y desarrollar lógicas avanzadas de estimación. Muchos fabricantes prefieren utilizar la manera rápida y más económica, delegando la lógica a la disponibilidad de GNSS lo que hace la plataforma más vulnerable a ataques.
Hace unos meses, tras la petición de un cliente, llevamos a cabo pruebas de robustez del sistema en un ALPHA 800, plataforma de ala rotatoria de la compañía Alpha Unmanned Systems, y que usa nuestro sistema de control de vuelo. Para ello fue necesaria la contratación de los servicios de una compañía especializada en sistemas anti-drone. Tras los test a diferentes potencias y con diferentes modelos de sistemas anti-drone, el resultado no pudo ser más satisfactorio: el sistema fue capaz de detectar las interferencias y continuar operando sin contingencias.
